VENTANA DE CINE

 

GREEN BOOK

2019, BIOPIC, USA, 130 minutos

Director: PETER FARRELLI    
Interpretes:VIGO MORTENSEN (Tony Lip), MAHERSALA ALY (Don Shirley), LINDA CARDELLINI (Dolores) Guion: Nick Vallelonga, Brian Hayes Currie y Peter Farrelli. Música: Kris Bowers. Fotografía: Sean Porter. Producción: Brian Hayes Currie, Nick Vallelonga…

CALIFICACIÓN: 9
TEMAS: amistad, respeto, familia, diferencia

ARGUMENTO

En el año 1962, Tony Lip, un empleado de seguridad de un club, recibe una oferta de trabajo distinta: acompañar como conductor a Don Shirley, un pianista negro, que junto con otros dos músicos, chelo y contrabajo, va a hacer una gira  por el sur profundo de Estados Unidos. En la discográfica la facilitan el “Green book”, una guía de los lugares donde se pueden hospedar los negros. 

COMENTARIO

Está basada en una historia real y el guionista es el hijo de Tony Lip. Se ve con agrado, aunque me parece excesivamente lacrimógena.


Es una “road movie”. Así se llama a las películas de carretera en las se trata de juntar a dos personajes antagónicos en un viaje y dejar que sus vidas se vayan entrecruzando para que los dos sean capaces, no sólo de entenderse en la diferencia sino de quererse.
Partiendo de este esquema nos presenta a Tony Lip, un italoamericano, interpretado de forma magistral por Viggo Mortensen, que adora a su familia y que se gana la vida como matón de garitos y tugurios. Es un tipo popular, pendenciero, listo y ligeramente racista, aunque él no lo reconozca. Acompañará como conductor y asistente a Don Shirley, un negro educado y refinado que vive solo, rodeado de los más variados adornos que parecen hacer de él un excéntrico rey africano pero que es un genial pianista que acepta el reto de emprender una serie de conciertos por el sur de Estados Unidos, tocando con frecuencia en las grandes mansiones y en los clubs selectos de gente racista que sólo lo tolera por su genialidad.
Una vez presentados los personajes, se trata de hacerlos viajar juntos y someterlos a la prueba de la convivencia. El resultado es previsible, pero eso no le resta un ápice de emoción al plano final.
Película muy  entretenida que exalta valores como la amistad, la diferencia, la familia y la tolerancia. Le han dado el Óscar a la mejor película y al mejor actor secundario a Mahersala Aly, aunque el que se lo merecía era Viggo Mortensen.

    

            Jesús Fco. Riaza